domingo, 18 de enero de 2015

Tarragona un gran maratón para un corredor en mal estado.

Comienza un periplo excepcional para mí, todo sea por realizar el ultra Intermon Oxfham con garantías en el mes de abril. Primera parada maratón de Tarragona, la ilusión por iniciar este pequeño Tourmalet de maratones, ha hecho que haga entrenamientos extraordinarios en estas últimas semanas y tengo muchísimas ganas de ponerme a prueba. Después de Tarragona seguiré con la Mitja de Granollers, Marató Vies Verdes de Girona y el Maratón de Barcelona, 3 maratones y una media maratón comprimidos en 2 meses.

La noche de antes decidimos irnos a cenar mi familia y yo a un restaurante, para no tener que entretenernos en recoger el piso y así poder acostarnos lo antes posible, estamos a 1 hora de camino y todo lo que se pueda aprovechar en dormir es poco. Pero fue una mala decisión, algo de lo que comimos no nos sentó bien y a media noche mi mujer no se encuentra bien y a mí el estómago no para de darme vueltas. Decidimos que marcharé al maratón sin ellos y no porque me apetezca, si no porqué mi padre se ha levantado a las 4:30 de la mañana y me espera en la puerta para acompañarme al maratón, al menos le debo el intentarlo.

Salimos de Barcelona y al encarar la autopista dirección Tarragona mi padre ve que no tengo buena cara y me comenta que pararemos en el área de servicio Porta de Barcelona, una vez allí me tomo una manzanilla y voy al baño, pero todo sigue igual, el estómago quiere salir por la boca y tengo sensación de empezar a tener fiebre, las ganas ahora son nulas.

Emprendemos de nuevo la marcha, mi padre me dice que conduzca yo para ir más distraído, pero no llevamos ni 2 kilómetros cuando tengo que realizar una maniobra de emergencia, me meto en el arcén y casi sin que me de tiempo abro la puerta y saco la cabeza, lo siguiente ya os lo podéis imaginar. Me rehago un poco, me enjuago la boca y ya me encuentro mejor, ahora sí que voy a por el maratón.

Llegamos y estoy bastante entero para lo que yo esperaba cuando me levanté, nos acercamos al stand donde se reparten los dorsales y recojo el mío, mi padre observa como empiezo a colocarme el dorsal poco a poco y me dice:"- Te ha cambiado la cara al colocarte el dorsal". No sé si es así, pero las ganas de empezar a correr han vuelto, lo abrazo, caliento y me coloco en la salida.

Comienza el maratón, y prácticamente sin darme cuenta ya estamos bordeando el muelle y frente a nosotros el mar. El primer kilómetro no ha estado del todo mal, voy buscando un ritmo cómodo y el reloj marca un 4´45", lo mejor de todo es que parece que empiezo a rodar bien y no hay sensación de malestar, eso hace que me venga arriba y comience a pensar en que lo de la mañana solo ha sido un bache.

El lugar es precioso pese algún olorcillo no muy agradable que se desprendía de alguna de las fábricas por donde se pasaba, pero nada que no salve el momento de estar corriendo el maratón y el mar. Damos la vuelta al final del muelle sobre el kilómetro 4 mantengo un ritmo de 4´30"y sigo así toda la vuelta hasta el final del muelle.

Damos la vuelta en el 8,5 y pasamos cerca de la vía del tren donde me encuentro con mi padre, le doy un ok para que no se preocupe y continuo con mi ritmo, aunque la verdad es que me encuentro genial, vuelvo a pasar por la salida y nos encaminamos hacia la calle Manuel de Falla, giro en Vidal i Barraquer  y damos una pequeña vuelta para subir toda la calle y pasar por debajo de un túnel. Voy bastante animado cerca de mí tengo a la tercera clasificada de mujeres y le voy aguantando el ritmo de momento.


Nos metemos en la nacional y subiendo, a la altura del kilómetro 15 me cruzo con Chema Martínez, para él es el kilómetro 20 más o menos, para mí comienza una subida por la calle riu Segre que empieza a hacer mella en mí, el estómago se esta girando y saltan las alarmas. Consigo llegar más o menos bien hasta el polideportivo donde nos hacen dar una vuelta en la pista de atletismo, lo bueno es que todo lo que sube baja y ahora toca una pendiente hasta el kilómetro 20 y puedo aprovechar para no forzar tanto e intentar bajar algo el ritmo, la intención no es hacer un gran tiempo en este maratón, si no utilizarlo como un entrenamiento para lo que llega en abril.

Parece que lo consigo, al menos momentáneamente, reduzco mi zancada y los ritmos ahora se acercan a los 5´, paso por meta otra vez y aunque intento ponerle buena cara a mi padre, no lo consigo, veo la preocupación en su rostro y con un gesto le hago evidente que no estoy bien.


Volvemos al muelle de la primera vuelta y por el kilómetro 24 me doy cuenta de que prácticamente ya no corro y decido andar para recuperar fuerzas, ahora todo me molesta, la calor, el mar, el olor de las fábricas, etc. lo único que pasa por mi cabeza es que después de esta carrera aún hay más, mi cuerpo se queja y yo no quiero escucharlo esta vez. La gente no para de animar, aunque escucho alguno cuando ya he pasado comentándole al que tiene al lado"- Que jodido va". Los corredores que pasan no paran de animarme, cuantas veces lo he hecho yo y he pensado en que siempre se puede dar más, pero ahora entiendo a muchos de ellos, intento correr y no puedo, el caso es que no me duele nada simplemente no puedo, estoy vacío.

Así voy avanzando, al principio trotaba un rato y volvía a parar, pero llega un momento en el que sólo ando hasta que llego al kilómetro 30, allí mi padre me ve a lo lejos y empieza a caminar hacia donde estoy yo, ya no lo puedo engañar, mi cara es un poema y le niego la evidencia, no quiero reconocerle que no puedo más, entonces me dice:"Déjalo, no sigas, para y nos vamos a casa", eso hizo que mi cabeza se pusiese en su sitio y le dijese que "no", yo quería continuar, y así fue.

Volví a correr, poco, pero era un comienzo, quedaban 12 km y me acordé que en el recorrido solo tenía que llegar hasta el final de la nacional y al volver serían los últimos 6, así que poco a poco y mucha paciencia, cada kilómetro una batalla ganada como diría cualquier motivador, y allí solo estaba yo con mi cabeza. Hubo también muchos tramos de andar, pero sabía que este maratón lo iba a acabar y la satisfacción personal de acabar mi maratón número 8 me hacía avanzar cada vez más decidido a la meta, ya pensaría en lo que me tocaba en las siguientes semanas, pero el ahora me importaba mucho más.

Y con esos pensamientos llegué al 36, muchas pequeñas subidas y bajadas, tal vez inapreciables en condiciones normales, pero parecían autenticas montañas para mis piernas y las pendientes de cada vez me parecían menos, pero aún así creía que mis ritmos iban mejorando. Desestime hace varios kilómetros el tomar ningún gel, solo agua y poco más, el miedo a que uno de esos geles acabasen de fastidiar el estómago pasaba por mi cabeza una y otra vez.

Kilómetro  40, vuelvo a pasar cerca de las vías del tren donde por la mañana estaba mi padre y donde las sensaciones eran increíblemente mejor que las de ahora, solo quedan 2 y la propina, mis piernas aumentan la velocidad el sufrimiento está acabando, me acerco a ritmos de 5´y después de unas pequeñas curvas entro en la recta de final de meta.


Lo conseguí, ha sido duro pero ya está, la medalla me sabe a gloria y mi padre por fin respira aliviado, aunque preocupado aun por saber como estoy, le tranquiliza que vuelvo a sonreír, siento que a pesar de la locura se siente orgulloso.



Seguro que en otras circunstancias hubiese abandonado, o tal vez no, pero entendí que algo así me podía pasar en la ultra y había que entrenar la cabeza para eso también, aunque al montarme al coche de vuelta a casa, lo primero que puse en el grupo fue que no haría la ultra, pero eso también me pasó en el primer maratón que justo al acabar dije que no volvería a correr otro y bueno como he dicho este es el 8º que hago, tengo un triatlón olímpico y un medio ironman, así que seguro que se me pasa.


SALUD Y KILÓMETROS !!!

5 comentarios:

  1. Ese día, me sentí muy orgulloso por el espíritu de superación que demostrase.Un besó te quiero

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  2. Lo sé, y yo te debía el acabarla, que menos después del madrugón. Lo pasamos bien, excepto por el sitio donde fuimos a comer después, pero eso es otra historia que no tiene que ver con las carreras.

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  3. me encanta leer tus vivencias en las carreras!! son motivadoras!!!

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  4. Muchas gracias.

    Al primero que le sirven es a mi mismo, a veces, cuando estoy sin ganas de entrenar o sin motivación, leo algunas de las carreras de las que he hecho y vuelvo a activarme, si además le sirve a alguien más, la satisfacción es doble.

    Un abrazo Omar!!!

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