domingo, 20 de enero de 2013

Asfalto y montaña en Mollet

Después de que pasen las fiestas navideñas, toca plantearse los retos de este año, y aunque algunos están muy definidos, como es la maratón de Barcelona, otros como esta carrera vienen de improvisto.

La preparación esta siendo buena, y las sensaciones en cada entrenamiento para la maratón son inmejorables, por eso creo que me viene bien relajarme en una carrera como esta, donde el grupo se une al completo con la incorporación de un nuevo miembro, y podemos hablar antes de la salida en una cafetería sobre nuestras cosas.

A medida que se acerca lo hora de la salida, como siempre, mi cuerpo empieza a tiritar, y aunque hace frío, mucho frío, es la impaciencia lo que me lleva a no parar de moverme, no me hace falta beber café, solo pienso en ponerme en la línea de salida. Tengo ganas de comprobar lo que durante un mes de entrenamientos, madrugones, series y entrenar después del trabajo hasta la 1:00 de la madrugada, pueden dar de si.

Arriba: Paco, Félix, yo Abajo: Silver y la nueva incorporación Lesaca

Nos juntamos los cinco para hacernos la foto del grupo al completo, parece increíble pero desde que se formó el grupo es la primera vez que estamos todos juntos. Me despido de todos y busco un hueco en la manada de corredores.


Dan la salida, un poco apretada al principio, pero consigo ponerme en una buena posición, al empezar giramos a la izquierda y una bajada, empezamos bien. Voy ligero en las piernas y eso da su resultado en el GPS, primer kilómetro 3´54" seguimos por el centro de Mollet sin mayor problema y consigo mantener ese ritmo hasta 3´50", pero Félix que fue la semana anterior a unos entrenamientos que hacía la organización, ya me había avisado que en esta carrera íbamos a morder el polvo, pues había una zona de tierra que se elevaba y antes de eso era todo subida, que aunque no muy pronunciada, no me permitía ir a esa velocidad.

Sigo subiendo y por fin entramos a la zona de tierra llamada Els Gallecs, contento por que sabía que pasando esta zona era todo bajada hasta meta, pero con el inconveniente que esta zona era la más dura de la carrera, ya no solo por la subida, sino por el barrizal que había y el peligro que tiene un resbalón o caída.

Consigo mantener un ritmo cómodo que me permite llegar a lo más alto con bastantes fuerzas, ahora toca disfrutar de la bajada y poner los cinco sentidos para evitar caídas, miro mi reloj, los tiempos vuelven a ser los del principio, aunque soy consciente de que en la subida he perdido tiempo, sé que puedo hacer una buena marca.

Pasamos una zona boscosa y al girar veo una pendiente que acaba en una cuesta muy pronunciada, la gente nos grita y nos ánima, tendré que coger esto para superarla, Empiezo a subirla, las piernas empiezan a quejarse pero no les quiero hacer caso, el final está cerca y aunque veo gente que ha parado para subirla, sigo empujando como puedo y lo consigo. Ahora toca ir más rápido he vuelto a perder tiempo y quiero acabar dándolo todo.


Bajo y antes de entrar a las pistas de atletismo un repecho, pero de este ni me entero, quiero llegar a tope. Entro en las pistas y voy a tope, veo a mi familia el peque quiere salir a correr, le hago un gesto para que espere un momento que volveré a por él. Hago un último sprint y entro, paro el reloj en 42´15", contentísimo , después de tantas cuestas y bajadas hago mi 2º mejor tiempo.


Lo prometido es deuda, voy en busca de mi hijo y salgo otra vez a correr, pero esta vez con uno de los angelitos que me da alas cuando voy solo corriendo, su sonrisa al entrar a meta no tiene precio, no sé si algún día correremos juntos alguna carrera, pero de estos momentos es de lo que se alimenta mi alma.

SALUD Y KILOMETROS !!!



martes, 1 de enero de 2013

Un regalo inesperado, antes de acabar el año

Hace poco que hemos montado un grupo de running y ya se aprecian gestos de amistad muy buenos.

Uno de estos gestos vino acompañado de buenos acontecimientos, en teoría el día 31 de diciembre yo tenía que trabajar y a medida que se acercaba la fecha, las calles se llenaban de carteles anunciando lo que es, para mí, la guinda del pastel a un año lleno de carreras, y no es otra cosa que acabar el año corriendo, en la denominada "Cursa dels Nassos" o como en otros sitios de España se le llama la San Silvestre.

Pensando que este año ya no podría ir, me sorprendió una llamada del trabajo diciendo que ese día me daban fiesta, la pena, que días antes las inscripciones ya se habían cerrado. Me fui a entrenar con el compañero Félix y se lo comenté. Cual fue mi sorpresa cuando me dijo que él tenía dorsal y que en el trabajo no se lo habían podido cambiar, entonces se ofreció a que si en el último momento no podía correrla me regalaba el dorsal.

Me fui contento a casa, pero pensando que aún existía una pequeña posibilidad de que eso no pasará y que le cambiaran el turno. Así que durante el fin de semana proseguí con mis entrenamientos para la maratón de Barcelona, pues hacía una semana escasa que los había empezado y no quería perder el ritmo, con la dificultad que el domingo 30 me marcaba que tenía que realizar 24 km. y la carrera era el 31.

Llegó el lunes, y se confirmó que la carrera la haría yo, contento por hacerla, pero en parte disgustado porque un amigo se quedase sin hacer una de las carreras más bonitas del año, no por recorrido, sino por ambiente.

Salimos de casa dirección C.C. Diagonal Mar, teníamos poco tiempo. Ultimando detalles de lo que sería la cena de Fin de Año, se nos hizo tarde y la única solución era aparcar en el centro comercial y salir disparados para la línea de salida, hacía mucho viento y el aire estaba helado, algo normal en pleno invierno y casi sin luz.

Me acerco a la línea de salida casi sin calentar, ni estirar, lo que es un peligro debido a las condiciones climatológicas, me despido de la familia y me coloco al final del cajón. Sé que los primeros km. tienen que ser más relajados para calentar los músculos e intentar no forzar para evitar lesiones


Dan la salida, imprimo un ritmo que me permita ir relajado pero sin descartar la posibilidad de bajar algo el crono para acabar el año con buen sabor de boca.

Disfruto de los primeros km viendo mucha gente por la calle animando, aunque siempre hay algún descerebrado que no puede esperar 5 min. a que pasemos y se arriesga a que suframos una caída ambos, en este caso 3 chavales de entre 15/16 años son los valientes a la altura de Pla de Palau, deciden cruzar, ante el abucheo generalizado de algunos corredores con los que casi tropiezan, entre ellos yo, deciden lanzar insultos al aire, risas de burla y alguna que otra "peineta", bueno ya sabemos que donde no hay.....

Pasamos por delante de la Estación de Francia y rodeamos por debajo el Parque de la Ciudadela, para encarar Marina, de momento todo muy bien y el ritmo de momento lo he podido aumentar sin problemas, al girar la calle Pallars veo, el disfraz más original que he visto en carreras, un hombre disfrazado de reno que tiraba una chica en patines disfrazada de Mama Noel, todo esto adornado con luces. Me pareció muy original y el más divertido.


Subimos para buscar Diagonal, ya solo quedan 2 km. de momento el tiempo es bueno e intento esprintar un poco aprovechando la bajada, no es mucho pero lo suficiente para asegurarme mejorar mi tiempo desde Jean Bouin, metros antes y como siempre, mi mujer me anima incondicional, entro a meta con una sonrisa. Acabo el año corriendo, con un regalo inesperado de Félix y con la familia a mi lado.


Bueno ahora toca seguir corriendo, nos espera la cena para recibir el nuevo año, por cierto paro el crono en 43´40".
 


FELIZ 2013 !!!
SALUD Y KILOMETROS !!!