jueves, 10 de noviembre de 2011

La locura de correr un maratón

Todo empezó por un sueño, llegar a correr una maratón, después de varias mejoras en mi vida a raíz de salir a correr, un día puse lo siguiente en mi Facebook.




Al publicar esto, lo primero que recibí fueron ánimos de familiares y amigos que viendo como había conseguido otras metas pensaron que, "porqué no?". Luego aparecieron otras voces de amigos que ya habían realizado alguna maratón y  que sabían de la dificultad del reto que me había propuesto, me aconsejaron recapacitar mi decisión y de tomar otra más acertada, que era la de esperar a mejorar mi capacidad atlética y esperar un año para realizar ese reto. Yo decidí esperar haber como evolucionaba mi cuerpo durante los 5 meses que aún quedaban por delante y tomar la decisión entonces.

El 13 de julio, decidí darle mi apoyo a un corredor que se había propuesto un récord, hacer 500 maratones, 1 cada día y por una causa benéfica, ese corredor se llama Ricardo Abad. Aquel día hizo su maratón número 284 y yo le escribí un comentario en Facebook, y así empezó otra amistad de las que he ido cosechando durante este tiempo. Carlos Prieto un corredor de Madrid, que comenzó a darme grandes consejos de como preparar esa maratón, aquí nuestra conversación.







Y leí ese magnífico blog, y eso me motivó aún más para que la maratón fuese mi proyecto y vivir lo que Carlos con sus palabras transmitía. Me pareció increíble sentir todo eso en una carrera, todo ese cóctel de emociones hacia tus seres queridos y tus amistades, realmente era algo que se tenía que vivir.
El 18 de  julio y debido a unas molestias que tenía en las rodillas fui a una tienda que me recomendaron, para que me asesorasen en la compra de unas nuevas zapatillas, ya había ido anteriormente a otra tienda por mi cuenta y me dijeron que era pronador, pero en está me realizaron un estudio más exhaustivo y me recomendaron, a parte del cambio de zapatillas, unas plantillas que mejorasen el apoyo del pie. Y así fue como cambié de unas Nike Pegasus a unas Asics Nimbus, y como empecé el 29 de julio a usar plantillas para correr. He de decir que hoy en día aún me duelen las rodillas de vez en cuando, o sea que las plantillas no mejoraron eso, tal vez otras cosas, pero eso no.

El 30 de julio buscando motivaciones para el reto de la maratón, colgué en Facebook el vídeo de una persona que un día cualquiera decidió comenzar a correr. Ese vídeo me impactó, no solo por lo emotivo, si no porqué describía todo lo que en ese momento yo sentía para afrontar el reto y por las sensaciones que tenía y las que sentiría en el momento que acabase la maratón, ese fue otro empujoncito que sin él saberlo, desde Argentina, me ayudó a que siguiese adelante.




El 1 de Agosto decidí enviar un mensaje vía Twitter a esta persona, Lucho Runner, para agradecerle el vídeo que había hecho y comentarle que había sido de gran ayuda. Nunca pensé que recibiría alguna contestación, y cual fue mi sorpresa que me agradecía mi comentario y quería que lo tuviese al corriente, aquello me pareció genial.







El 7 de agosto mejoré mi primera marca de 10 km. y la rebajé en 2 min. exactos. Como por aquel entonces ya  había empezado a prepararme la maratón, esto me dió un empujón más en mi decisión. En poco tiempo había mejorado mi manera de correr y no solo eso, comenzaba a mejorar mi resisténcia y mis tiempos. También me compré un Garmin Forerunner 305 que mejoró mi manera de correr, ya que controlaba la velocidad y no iba más rápido de lo que tenía que ir, hasta entonces mi manera de correr había sido ir a lo más rápido que daba mi cuerpo y eso le pasó factura a mi cuerpo.

El 14 de Agosto continuaba con mi plan de entrenamiento para la maratón y me sentía pletórico, el día anterior había corrido 22 kms. a un ritmo mejor del que marcaba en el plan, y ese día tenía que realizar 15 kms a un ritmo muy muy suave, quise ser más listo e intente seguir el ritmo del día anterior. A los 3 kms. no podía más, creía que tenía agujas en las rodillas y acabé los siguientes kms. hasta llegar a los 15 parando cada km o 500 m. mi sueño se desvanecía. Lo mejor de esta experiencia es que aprendí algunas cosas. La primera es, que si sigo un plan de entrenamiento no he de hacer lo que me de la gana y la segunda que si tengo dolores que me incapacitan para correr no he de seguir o eso se complicará.

Hundido escribí en el Facebook lo que me había pasado intentando encontrar el consuelo de aquellos que me habían ayudado hasta la fecha. Recibí la contestación de Carlos y Pedro, ambos me recomendaron todo tipo de ayudas, hielo, cremas, etc. mientras tanto yo salí con mi familia al zoo, y durante el día me plantee la opción de dejarlo para más adelante y correr la de Barcelona. Les pregunté y ambos coincidieron en su respuesta, era la mejor opción.

Después de aquello estaba frustrado, la maratón tendría que esperar, toda la ilusión depositada en aquella carrera, aquella fecha, se había desparramado por los suelos, el hombre del mazo había venido antes de que yo empezara a correr. Decidí descansar en las vacaciones ir a Eurodisney con la familia y disfrutar sin pensar en la maratón.

A los pocos días de regresar, salí a correr, quise probarme, hice 7 km el día 2 de septiembre me sentía otra vez bien. Seguí toda la semana hasta llegar al día 11 hice 19 km. fue genial me sentía vivo otra vez, las buenas sensaciones habían vuelto. Corrí la Cursa de la Mercè y no hice un mal tiempo, después de pensarlo, volví a la carga tenía que recuperar el tiempo perdido pero con cabeza, lo que se dice "sin prisa pero sin pausa". Dejé de correr solo para salir con Pedro de vez en cuando y probándome por montaña y acabé el mes haciendo un total de 190, 54km. algo impensable en marzo cuando empecé a correr, y lo mejor de todo me sentía bien. Volví a ganar pequeñas batallas y a ver mi ciudad desde lo alto de la montaña, algo que no se puede explicar con palabras.
  
Pedro y yo el primer día que subimos al Vigía
Can Ruti desde lo alto 



Con esto y con la moral por las nubes hice una de las cosas que más nervioso me han puesto en esta vida inscribirme el día 26 de septiembre a la Maratò del Mediterrani, ya había dado otro paso, este fue el que más claro me dejó que la cosa ya iba en serio, no había marcha atrás. No para mí.


Y así fue el proceso para correr mi 1ª maratón, amigos, ganas y familia.



SALUD Y KILOMETROS!!!!






jueves, 3 de noviembre de 2011

Como empecé a correr

Todo empezó un día que en mi trabajo vino a hacerme el relevo un compañero, Pedro Montalbán.

Mientras sacaba la liquidación del día y regresaba a mi casa en el bus, estuvimos hablando de todo un poco, de cosas que normalmente olvidas o no prestas mucha atención. Pero a veces, no sabemos lo que unas simples palabras nos pueden cambiar la vida.

Ese día, después de hablar de la línea, del bus y de otras cosas, salió el tema de conversación que a muchos conductores nos preocupa, la alimentación, el sedentarismo, dolores de espalda, etc. pero, que al llegar a casa, se nos olvida, seguimos haciendo nuestra vida sedentaria y no reparamos en comer lo que nos apetece.

Tenía en frente a un conductor que no le preocupaban esos problemas, que no solo disfrutaba corriendo sino que hacía participes a su familia, lo que dejaba sin argumentos todo lo que yo le pudiese decir, " que no tengo tiempo", " que tengo dos niños y me absorben mucho", vamos todo lo que uno se pueda imaginar no me servía de excusa.

Pasó el tiempo y tuve varios problemas estomacales. Me empecé a preocupar, mientras que aquellas palabras seguían retumbando en mi cabeza. Fui al médico para que me diagnosticase cual era el origen de ese problema, que hacía que tuviese gastroenteritis cada 2 días. Fue tajante " Usted tiene síndrome del colón irritable" preocupado por ese nombre tan rimbombante le pregunté que si tenía cura y la respuesta fue rápida "No, la única manera de que esto no pase es que usted esté más relajado, ya que el problema viene del stress del trabajo, de la mala alimentación y del poco ejercicio".

Me quedé mudo, tenía un problema que se había generado, por una parte de las preocupaciones diarias que uno pueda tener, hipoteca, horarios, etc. y por otra parte mi trabajo, el tráfico, las malas contestaciones del algún pasajero o incluso por algún tipo de enfrentamiento. A eso se le añade el no comer bien ( a deshoras, repostería, grasas, etc.) y de no hacer ejercicio. Y el resultado son problemas, en mi caso fue, SÍNDROME DE COLON IRRITABLE.

"- Llegó el momento de hacer algo"- Pensé yo, no podía ser que, con 33 años y una familia, ya empezase a tener problemas, y la solución, como casi siempre, está al alcance nuestro.

El día que aquel médico me dijo aquello me pesó, 95.6Kg,. Esa misma semana por mi cuenta empecé a intentar comer bien. Digo intentar, no porque me pasase de vez en cuando, sino porque iba haciendo lo que uno siempre escucha cuando uno quiere hacer dieta, y eso no es siempre lo mejor: cosas al vapor, a la plancha y ensaladas casi a cualquier hora. A lo que acababa con un hambre voraz y como lo llevaba a rajatabla empecé a tener algún mareo y falta de alguna vitamina. Lo único en lo que acerté fue en quitarme todas las bebidas con gas y el café. Es increíble el peso que uno se quita cuando deja de beber estas bebidas.

Después de esta experiencia me puse en manos de una profesional, Mireia Gámez. Cuando llegué me pesó, ya había rebajado en 2 meses bastante peso, estaba en 89Kg. , y me dijo " A veces simplemente hay que comer bien y a tus horas" aquel cambio fue decisivo y necesario, me hizo una plan de comidas y me pregunto que era lo que más me gustaba comer, ahí empecé a no pasar hambre y a encontrarme mejor cuando hacía ejercicio. Que alguien controle tu manera de comer y que cada semana lleve un control del peso, era la mejor manera de animarse a no dejarlo, y eso que había semanas que no perdía nada incluso ganaba algo de peso, pero sabía que mi cuerpo estaba respondiendo bien a esos cambios (actualmente peso 78,3 Kg.). Cuando me organizó las comidas según los horarios de mi trabajo y del gimnasio donde ya tenía unas rutinas, que fui cambiando por clases de natación, la cosa mejoró.

Pero aquí empecé a darme cuenta de dos cosas, la primera, que no me gustan los gimnasios, no me gusta estar encerrado, y la segunda, que el ejercicio aportaba a mi dieta una rebaja de mi peso.

Entonces un buen día, aquellas palabras que retumbaban en mi cabeza, de aquel compañero, salieron, y el 29 de marzo de 2011, me compré mis primeras zapatillas, unas Nike Pegasus 27. y el 30 de marzo salí a correr.
Ese día hice, según el programa Nike Plus para Iphone, 9.4 Km. Recuerdo ir parando cuando veía que no podía más, pero seguía andando y al rato volvía a correr otro poco.

Acabé reventado, pero a los 2 días me volví a lanzar, quería volver a inténtalo, no me podía rendir tan pronto, no podía conformarme otra vez sin hacer nada, esto era una apuesta personal, no tenía que dejarlo. Hice 8.4 Km pero ese día me fui contento a casa, había hecho menos descansos.

Aquello se convirtió en mi rutina, me empezó a gustar, era tan simple como ponerse unas zapatillas y salir, respirar, relajarte, escuchar música. Y entonces llegó mi primera carrera se hacía cerca de casa y la patrocinaba un centro comercial, eran 10 Km.. Con muchas dudas me apunté y compré el chip, dudé en si comprarlo blanco (de alquiler) o amarillo (en propiedad), después de meditarlo me dije "- Amarillo, esto no lo vas a dejar"

Y así fue cómo el día 3 de julio, después de poco más de 3 meses me lancé a por mis primeros 10 Km., los acabé con un tiempo mucho mejor que en los entrenamientos 48'23", y los más importante sin parar.

Aquella carrera fue emocionante, claro está, que por ser la primera, pero allí estaban los que nunca me fallan, mi mujer y mis hijos. Recuerdo los últimos metros como un estallo de júbilo, verlos a ellos, ver que acababa mi primera carrera y estaba bien, hizo que me emocionase y cuando pasé por debajo del cartel de meta comencé ahogarme, luego descubrí que no tenía ningún tipo de problema respiratorio, todo era la misma emoción que me hizo un nudo en la garganta y me jugó esa mala pasada. Fue tan bonito que me abracé a mi mujer y me costó soltarla, lo había conseguido.




Luego vino 10 Km en Malgrat el 7 de agosto, lo mejor de esta carrera fue el tiempo que conseguí 46'23", lo peor tener que levantar a toda la familia a las 5:30 de la mañana. Hizo un día nublado raro para la época del año pero de agradecer para salir a correr, el calor no era tan asfixiante.



Y mis últimos 10 Km los hice el 18 de septiembre, la cursa de la Mercè. Como no recordar esta carrera, la hice con la persona que me empujó, con sus palabras, a lo que hoy en día es para mí correr, Pedro Montalbán y con la dedicatoria de esta carrera a una de las persona con las que me crucé en este camino y de la que me llevo muy buenos consejos, entre ellos el de realizar este blog, y una promesa de venir a correr esta carrera en 2012 si todo le va como le tiene que ir, Carlos Prieto.
Esta es otra de las razones por las que me gusta correr, las amistades que he hecho y que espero seguir haciendo. En mi primer año, que no llevo ni eso corriendo, he comenzado 3 buenas amistades Pedro, Carlos y Lucho Runner. Que quien es Lucho?, es la banda sonora de mi película como corredor, es quien hizo que acabara de creerme que yo podía acabar mi otro objetivo para este año, "El Maratón" y que con sus videos y palabras desde Argentina, ha hecho sentirme "Héroe por un día". Pero eso es otra historia que contaré más adelante.



SALUD Y KILOMETROS !!!!