domingo, 14 de septiembre de 2014

Sailfish Half Triathlon Berga, el segundo paso hacia un sueño

Después de acabar la última carrera, me centré en el siguiente paso, acercarme al sueño de correr algún día un ironman. Hace unos años me fijé en un medio-ironman que se hacía en Berga y que realizó mi amiga Vanesa ( hoy ironwoman después de hacer el ironman de Lanzarote) supongo que el hecho de conocer la población , un poco las carreteras por donde transitaría con la bici y el haberme dado un chapuzón, desde una barca, en el embalse de la Baells, me empujaron a decidirme por esta  prueba.
 
Estuve preparando la natación como pude en verano. En principio nadaba solo en el mar, algunas veces acompañado por medusas, aunque no tuve que lamentar la picada de ninguna. Luego se unió a las sesiones de natación Alexis, un amigo que preparaba el salto para su primer triatlón.
 
Las sesiones de bicicleta corrían a cargo de Paco, un crack para mí de la bicicleta, gracias a él la mejora en la bicicleta no si hizo esperar y lo mejor de todo consiguió quitarme el miedo a la bici y que comenzase a disfrutar con ella.
 
Por último las sesiones de running siempre estuve acompañado por alguien del grupo, a veces Paco, otras Félix y Silver, pero siempre Juan, eso sí todos los entrenos fueron nocturnos, y a veces por la montaña con la complejidad que eso conlleva, aunque he de reconocer que a mí es algo que me fascina.
 
Todo esto gracias a mi padre que sacrificó parte de sus vacaciones y algunos días de sueño para poder acompañar a mis hijos en la playa mientras yo realizaba esa hora de entrenamiento, gracias a mi madre que me permitió robarle a mi padre esos días de vacaciones y gracias a mis peques y mi mujer que sacrificaron muchos momentos juntos.
 
Todos esos entrenamientos me llevaron a rebajar mi peso y quedarme en unos 76 kg., no está mal para alguien que empezó a perder peso cuando tenía 96 kg.. Es un tópico el decir que si uno quiere puede hacer todo lo que se proponga, pero es la realidad, y entiendo que lo que cuesta es dar los primeros pasos.

Con todo este entrenamiento físico y moral, aun no me había apuntado a la Sailfish Half Triathlon de Berga por mis dudas, pero un día la llamada de Juan diciéndome que faltaban pocas inscripciones, fue el detonante para que el corazón se acelerase y mi cabeza explotase en mil preguntas con solo una respuesta, apuntarse.
 
A raíz de eso, y como siempre pasa al apuntarme a un carrera, la motivación crece, pero en esta ocasión la ilusión es tremenda, la euforia se desborda y mi cara tiene la expresión de felicidad perpetua, todo eso regado por la emoción del día que realicé la inscripción.
 
Como es lógico a partir de ahí las semanas, nadaban, pedaleaban y corrían más rápido que yo, entre días de vacaciones. En esta ocasión el final de las mismas me produjo dos sentimientos encontrados, por una parte la tristeza porque se acababan los buenos momentos con la familia y por otra parte la alegría, creo que sobra decir el por qué. Estuve toda la semana preparando cosas, el viernes me dediqué junto a Paco a hacer la puesta a punto de la bici, y como siempre me dió unas clases magistrales sobre el mantenimiento de la misma, a parte, ese rato me vino genial y cuando me iba, sus últimos consejos y el ánimo de él y su mujer.

Llegó el sábado  y aunque intenté por todos los medios estar tranquilo, fue imposible. El viaje a Berga ya fue difícil porque no paraba de mirar a la bicicleta por miedo a que se callera del porta-bicicletas, supongo que es la falta de costumbre.

Llegamos a la Expo y veo justo al lado el arco de meta, por un momento pienso en que grande se puede sentir alguien al pasar por debajo, espero sentirlo al día siguiente. Una vez dentro de la carpa voy directo a por el dorsal, me entregan las bolsas donde tendré que poner las cosas que necesitaré para cada sector. Después de resolver unas dudas en información, me dispongo a dejar la bolsa de RUN  en la transición, aconsejado por una persona de la organización, para que al día siguiente tenga una cosa menos de que preocuparme. Miro el dorsal, 7120, siempre miro que los números tengan algún significado y mi mujer lo sabe, pero en esta ocasión no lo encuentro, digamos que es la única superstición que tengo y si le encuentro el significado creo que la carrera me irá mejor, una tontería como cualquier otra. Se lo comento a ella y después de mirarlo un rato me dice: "Son las medallas que tienes!!!". Sigo sin entenderlo, y me explica que el 7 son las medallas en maratón y el 2 de las medias maratones. Le comento que faltan el 1 y el 0, a lo que responde que el 0, es porque no tengo todavía la del ironman y el 1 será la medalla que consiga en esa carrera, en ese momento se me pone la piel de gallina.


Salimos hacia el embalse, y aunque intento atender a mi familia, noto que estoy tenso, parece que mi cabeza empieza a entender que esto ya va en serio, el hecho de recoger el dorsal y haber dejado la primera bolsa, ha puesto mis 5 sentidos en estado de alerta. Bajamos a la rampa que lleva al embalse y paso por el control, donde una persona del staff comprueba los frenos.


El paisaje es increíble, rodeados de montañas y una gran lengua de agua que forma el embalse. Busco el lugar donde tengo que dejar mi bici encima de la presa, el reguero de bicis a un lado y a otro es interminable, ni que decir tiene que se me caía la baba con la mayoría de ellas. Intento averiguar cual será el recorrido de natación echando un vistazo desde lo alto y nos vamos.

  
La noche llegó e intenté invocar a Morfeo para que me ayudase a dormir, y aunque vino, tuvo que luchar con un héroe y un superhéroe, por un lado Fílipides, buen amigo por sus ayudas constantes en todas mis carreras pero sobretodo en maratones, y por otro lado Ironman, este solo vino por el nombre y por lo que para mí representa llegar algún día a serlo. En definitiva que con tantas cosas en mi cabeza era imposible cerrar un ojo.
 
El despertador sonó a las 4:00,  aunque yo estaba despierto y ya había comenzado los preparativos y a desayunar rápido, aun nos quedaba una hora de viaje y hacer cola para los autocares que nos llevarían al embalse. Al llegar, parada técnica en el Frankfurt de Berga y rápidamente a la cola, pero me encuentro con un inconveniente, priorizan llevar a triatletas y separan a los familiares para que suban en los últimos autocares, así que los dejo y me monto solo para llegar al embalse y acabar de preparar las cosas antes de la salida.
 
Observo al llegar que hay una bruma bastante espesa y es muy difícil ver el puente donde se encuentra la primera boya. Me encuentro con Noel, un compañero de trabajo y buen amigo, charlamos un poco sobre el tiempo que pensamos hacer, yo claramente solo pienso en acabarla con buenas sensaciones, él en cambio tiene entre ceja y ceja hacer un SUB-5h. con lo que entrena, no lo dudo ni un momento de que lo conseguirá.
 
 
 
 
Me coloco el neopreno para mitigar algo el frío que hace, acabo de colocar las bolsas y coincido con Sergio, otro amigo, hablamos de sensaciones y le comento mi preocupación para el segmento de natación, no me considero un buen nadador y temo pagarlo en esta prueba, el me tranquiliza diciéndome que me lo tome con calma y que lo importante es salir lo mejor posible del agua.

 
Salgo de la transición en busca de mi familia, y después de dar varias vueltas no los encuentro. Por megafonía dicen que en breve comenzará la carrera y me pongo más nervioso porque aun no han llegado y me temo que se han quedado sin poder subir a los últimos autocares, pero de repente aparecen corriendo por la rampa, ahora mi alegría es plena, apunto de empezar una carrera, para mí importantísima, y mi familia a mi lado.



 
 
Bajo por la rampa que lleva al embalse, me mezclo entre los triatletas y me pongo en posición intentado ver donde está la primera boya, la organización comenta que aunque no se vea bien, esta detrás del puente y es hacia allí donde tenemos que ir. Dan la salida y noto que mis primeras brazadas no son muy buenas, parece que se me haya olvidado nadar, me pasan algunos e intento recomponerme, lo consigo pero me doy cuenta que mi manera de nadar es muy lenta respecto a la mayoría, primera nota mental, tengo que darle más caña al tema de natación para próximos triatlones. Llego a la primera boya que esta pegada en la columna del puente, sigo perdiendo tiempo respecto a los demás nadadores, pero me concentro en no parar, de repente me asusto, frente a mi llega un recuerdo de los entrenamientos de verano, UNA MEDUSA!!! esa fue mi primera reacción, pero era imposible, al fijarme me di cuenta de que era un gorro de natación caído de la cabeza de algún nadador, las malas jugadas que te puede hacer la mente son realmente increíbles.















Paso la segunda boya casi sin darme cuenta, y giramos por debajo del puente en busca de la tercera, me sigue pasando gente pero noto que de cada vez les cuesta más pasarme, las fuerzas empiezan a bajar, pero al girar en la última boya encaramos a lo que será la recta final, ahora es solo cuestión de paciencia y de constancia el llegar, en los últimos metros hecho en falta esa pequeña ayudita que te presta el mar para poder salir del agua con sus olas, pero los voluntarios hacen que la salida del agua se produzca sin problemas. En mis primeros pasos noto que voy algo mareado y aunque intento correr, lo descarto, comienzo a caminar para centrarme y de paso bajar pulsaciones. Al final de la rampa comienzo a correr de nuevo y ahora todo está en su sitio, pero lo principal es que ya he acabado la natación y eso para mí es mucho, además mi mujer e hijos me esperan con una sonrisa de oreja a oreja y yo les respondo de igual forma.



Me quito el neopreno y lo coloco todo en la bolsa. Me pongo dorsal, casco y zapatillas, lo que más recuerdo es el frio que al salir del agua se mete en los huesos, y montar en bici no va a ayudar a mejorar la situación. Salgo corriendo de la zona de transición y me subo a la bici, nada más salir pequeña bajada que sirve para coger algo de impulso y comienza la primera cuesta, no veo a muchos ciclistas, ya me había dado cuenta en el embalse de que había sido uno de los últimos en salir del agua, aun así mi tiempo está mejorado respecto al de los entrenamientos.





Al llegar al final de la cuesta, me encuentro en la parte más alta de Berga, un par de curvas y comenzamos a bajar. Paso por Cal Rosal y lo primero que me viene a la cabeza es la carne a la llosa que hacen en Rte. El Carrilet,  sigo bajando dirección Puig-Reig, disfrutando de todo lo que me rodea, prácticamente no doy pedales y eso me permite relajar un poco las piernas, antes de llegar veo algo de asfalto en mal estado y una cámara de bici tirada en la cuneta, así que intento evitar lo que puedo los trozos más malos, aunque difícil a la velocidad que voy.


Entro en Puig-Reig y hay gente animando incluso desde las terrazas de los bares donde algunos clientes miran la carrera mientras toman el primer café del día. Me encuentro bien, pero sobretodo seco, y comienzo a adelantar algún ciclista, eso me anima y mantengo mi ritmo de pedalada, recuerdo las palabras de Paco que me comentó que no me cebase en las cuestas porque mi grupo está diseñado para ir en llano y aunque vea que me adelantan no tengo que entrar en el juego de forzar la máquina más de la cuenta o si no tengo muchos números de no acabarla.

A la salida del pueblo un grupo de chavales, con poca ropa y pelucas, no paran de animar a todos los corredores, esbozo una sonrisa, se agradece que la gente se tome ese tipo de molestias y aunque animen a los que van a ver, no solo se queden con eso y animen al resto a parte del mérito que tiene hacerlo en un momento del día no muy caluroso que digamos.

Comienza la subida hacia la Espunyola pasando por Casserres, paso el primer avituallamiento y cojo un bidón de Isostar, la subida no es muy dura pero no te da descanso y tengo que ser constante, en este tramo es habitual adelantar y ser adelantado por los mismos. Pasan cada poco tiempo motos de los mossos d´esquadra y coches de la federación de triatlón, controlando que ningún corredor tenga algún problema o para evitar que se haga drafting.


Al llegar a la Espunyola, comienzo a bajar de nuevo pero ahora se levanta ante mí los imponentes Rasos de Peguera,  la estampa es magnífica y desde lo alto se ve algún parapente a motor. Antes de llegar a Avià escucho un ruido de fondo, me da la sensación que es una moto, pero nada más lejos de la realidad, me adelanta el que de momento es el primer clasificado de la carrera y casi enseguida el segundo, Richard Calle ( quien al final fue el ganador ), yo estaba acabando mi primera vuelta de bici cuando ellos ya acababan para entrar en el sector de running.

Paso por un túnel y casi sin darme cuenta llego a la bifurcación de Berga que indica, a la izquierda para entrar a la ciudad y hacer la transición o a la derecha para empezar la 2ª vuelta. En ese punto se aglomera un gran número de personas que animan a todos los participantes.

Comienzo la segunda vuelta y como la anterior bajada, por Cal Rosal dirección Puig-Reig, lo que me permite ir muy rápido, aunque claro está con las precauciones de un novato, incluso me permito la mini licencia de poner las manos debajo del manillar y buscar una posición más aerodinámica durante unos segundos, algo impensable hace unos meses, voy tan eufórico que le devuelvo el saludo a todo aquel que me anima.



Vuelvo a cruzar Puig-Reig, parece que hay más gente por la calle, pese a las nubes que amenazan lluvia en cualquier momento. A la salida ya no se encuentra el grupo de animadores, en su lugar un grupo de pequeños, animan desde su casa cerca de la carretera.

Sigo subiendo, paso por el avituallamiento y recargo lo bidones, al mismo tiempo me doy cuenta que hay otro bidón que he de vaciar cuanto antes. La vejiga reclama mi atención y eso me hace cambiar la manera de pedalear, ahora menos fluida, así que rápidamente busco el lugar idóneo para realizar la descarga. Paso un fotógrafo, me rebasa un coche de la organización, adelanto a otro ciclista con la misma intención y por fin encuentro el lugar que me servirá de alivio espiritual, una pequeña arboleda donde ocultarme un poco y donde encuentro el nirvana, con bastante esfuerzo por cierto. El resultado no se hizo esperar, el pedaleo vuelve a ser vigoroso y de mi cara sale una risilla triunfal.

Consigo llegar, al fin, a la Espunyola, ahora solo pienso en no pinchar y en que el ruido metálico que llevo rato escuchando, no sea nada, incluso me planteo la posibilidad de que si algo de esto sucediese, ponerme a correr descalzo, algo que veo factible después de correr, a menudo, con las Fivefingers. Entre estos pensamientos tan apocalípticos, ya he vuelto a pasar Rasos de Peguera, Avià y ya estoy entrando a Berga.



Intento guardar la calma, nada más entrar comienza una subida que solvento sin problemas, me meto en una calle hacia la derecha que es totalmente llana, sé que al final de la misma está la última cuesta, pongo plato grande para ir más rápido y antes de girar decido no cambiar de plato, pienso que con la inercia que llevo y un poco de esfuerzo será suficiente para subirla. Pero no es así, mis piernas no pueden y me quedo frenado, es como si intentase subir una pared y casi caigo al suelo, mi padre me ve desde lo alto y baja corriendo para ver que es lo que pasa, bajo plato y de los mismos nervios lo hago mal  y al pedalear se sale la cadena, intento recuperar la calma, recoloco la cadena y subo el pequeño tramo que quedaba.





Dejo la bici, me coloco la gorra, las zapatillas y salgo lo más rápido posible, al salir me encuentro el primer avituallamiento, bebo e intento coger un ritmo cómodo de inicio, a los pocos metros primer control de chip. Todo transcurre en el centro de Berga, el bullicio es increíble al pasar cerca de la meta, pero aún no puedo entrar en ese desvío aun me quedan 3 vueltas al circuito de 7 km.






Sigo por el lateral del paseo hasta llegar a una bajada y me cruzo con Noel, va de regreso y esta acabando su última vuelta, le veo bastante agotado, lo que hace que me replantee un poco la carrera, así que evitaré forzar en las primeras vueltas, para poder acabar lo más entero posible en la última.

Paso por un parque donde hay otro avituallamiento, esta vez antes de llegar, se encuentra un aspersor que viene fenomenal, pues ha salido el sol un rato y pica fuerte. Cruzo el parque y salimos a una carretera donde nos hacen ir por la acera, que llenamos porque hay doble sentido de la carrera, todo es bastante llano y al final unos chavales nos ponen unas gomas de pelo para marcar las vueltas que llevamos, si no recuerdo mal la primera es de color blanco.



Regreso al punto de partida, cruzo el parque, subo la cuesta y vuelvo al paseo, repleto cada vez más de triatletas con sus medallas, incluso algunos acabando de ver la carrera sentados en las terrazas de los bares tomándose unas cervezas bien merecidas, y yo estoy muy cerca de conseguirlo. Paso cerca de mi familia que los perdí de vista en la transición, están cerca del desvío a meta y comienzan a animarme con locura, mi padre se acerca a chocarme la mano, mi madre, mis hijos y mi mujer gritan, se me pone la piel de gallina.

Avituallamiento y control de chip, en esta ocasión una persona de la organización me pregunta que cuantas vueltas me quedan, yo le respondo que aun dos más y me anima a no rendirme diciéndome que estará ahí para verme acabar. De regreso hacia el arco de meta mi hijo me espera, en esta ocasión es él quien decide acercarse a chocarme la mano, y como no, vuelvo a recibir un chute de moral increíble.

 
 
Ahora voy en busca de la siguiente goma de pelo, en el camino me encuentro con Sergio que ya acaba, nos deseamos suerte y al llegar al parque me paro un segundo a beber bien agua y bebida isotónica, algunos músculos empiezan a quejarse y no es plan de que empiecen los calambres, recojo la goma roja de la segunda vuelta y al pasar de nuevo por el avituallamiento recojo 2 piezas de plátano que devoro.

Paso por el paseo, ya son muchos los que han acabado, pero aun falto yo. Paso otra vez cerca de mi familia y mi padre me suelta un: "Que hu..... tienes!!!!", mi madre grita y Reme me mira, en ese momento le lanzo un beso, y le indico que todo marcha bien. Vuelvo a pasar por el control de chip, el chico de la organización me vuelve a preguntar, le respondo que ya solo queda una vuelta. Solo una vuelta, 7 km. y las piernas están mejor de lo esperado, miro el crono y no llevo un mal tiempo de carrera para tener hecho casi toda la prueba.

Hay más gente que ha acabado la carrera, que de los que estamos corriendo, pero eso no me desalienta, la medalla me está esperando como diría mi amigo Lucho, solo tengo que ir corriendo a cogerla, y eso voy a hacer. Les digo a los míos que se preparen que esto ya se acaba, bajo hacia el parque, paso el avituallamiento, recojo la goma negra que indica que llevo 3 vueltas y salgo hacia el paseo. Vuelvo a cruzarme con Sergio que ya va con su medalla colgada del cuello, me da ánimos y subo la cuesta que desemboca al paseo.

Por un momento pienso que esto se acaba y lo voy a conseguir, mi familia me da los últimos ánimos, de repente comienzo a ahogarme, tengo un nudo en el cuello, pero no me preocupa ya me ha pasado algunas veces, mi cuerpo empieza a celebrarlo y la emoción empaña por un segundo mis ojos, pero aun no se ha acabado, así que corro, dejo todas las fuerzas que tengo en mis pies. Paso por donde está el control y me despido del chico diciéndole que ya está, el me aplaude y chocamos las manos.

Corro.....no paro de correr, veo la meta, y veo que vienen corriendo hacia mí 3 medallas para acabar juntos la carrera. No me lo puedo creer, es la primera vez que entraremos los 4 juntos, ahora sí que me ahogo, pero me da igual, cojo la mano de mi mujer, la aprieto bien fuerte por miedo a que se arrepienta, mis hijos salen haciendo una carrera entre ellos, pero yo la miro a ella, sabe lo importante que es para mí que entre conmigo. Y entramos.... y aguanto todo lo que puedo para no emocionarme pero es imposible, unos metros después de pasar por la meta bajo la gorra y suelto toda la emoción, ya tengo un medio ironman!!!!.... somos medio ironman los 4!!!!, sin ellos imposible, mil gracias por ayudarme a cumplir mis sueños.


Mucho de lo que soy es por ellos, GRACIAS!!!
Lo conseguimos!!!
    


     

Mi mejor medalla.....esta foto!!!


SALUD Y KILOMETROS !!!