Hace poco que hemos montado un grupo de running y ya se aprecian gestos de amistad muy buenos.
Uno de estos gestos vino acompañado de buenos acontecimientos, en teoría el día 31 de diciembre yo tenía que trabajar y a medida que se acercaba la fecha, las calles se llenaban de carteles anunciando lo que es, para mí, la guinda del pastel a un año lleno de carreras, y no es otra cosa que acabar el año corriendo, en la denominada "Cursa dels Nassos" o como en otros sitios de España se le llama la San Silvestre.
Pensando que este año ya no podría ir, me sorprendió una llamada del trabajo diciendo que ese día me daban fiesta, la pena, que días antes las inscripciones ya se habían cerrado. Me fui a entrenar con el compañero Félix y se lo comenté. Cual fue mi sorpresa cuando me dijo que él tenía dorsal y que en el trabajo no se lo habían podido cambiar, entonces se ofreció a que si en el último momento no podía correrla me regalaba el dorsal.
Me fui contento a casa, pero pensando que aún existía una pequeña posibilidad de que eso no pasará y que le cambiaran el turno. Así que durante el fin de semana proseguí con mis entrenamientos para la maratón de Barcelona, pues hacía una semana escasa que los había empezado y no quería perder el ritmo, con la dificultad que el domingo 30 me marcaba que tenía que realizar 24 km. y la carrera era el 31.
Llegó el lunes, y se confirmó que la carrera la haría yo, contento por hacerla, pero en parte disgustado porque un amigo se quedase sin hacer una de las carreras más bonitas del año, no por recorrido, sino por ambiente.
Salimos de casa dirección C.C. Diagonal Mar, teníamos poco tiempo. Ultimando detalles de lo que sería la cena de Fin de Año, se nos hizo tarde y la única solución era aparcar en el centro comercial y salir disparados para la línea de salida, hacía mucho viento y el aire estaba helado, algo normal en pleno invierno y casi sin luz.
Me acerco a la línea de salida casi sin calentar, ni estirar, lo que es un peligro debido a las condiciones climatológicas, me despido de la familia y me coloco al final del cajón. Sé que los primeros km. tienen que ser más relajados para calentar los músculos e intentar no forzar para evitar lesiones
Dan la salida, imprimo un ritmo que me permita ir relajado pero sin descartar la posibilidad de bajar algo el crono para acabar el año con buen sabor de boca.
Disfruto de los primeros km viendo mucha gente por la calle animando, aunque siempre hay algún descerebrado que no puede esperar 5 min. a que pasemos y se arriesga a que suframos una caída ambos, en este caso 3 chavales de entre 15/16 años son los valientes a la altura de Pla de Palau, deciden cruzar, ante el abucheo generalizado de algunos corredores con los que casi tropiezan, entre ellos yo, deciden lanzar insultos al aire, risas de burla y alguna que otra "peineta", bueno ya sabemos que donde no hay.....
Pasamos por delante de la Estación de Francia y rodeamos por debajo el Parque de la Ciudadela, para encarar Marina, de momento todo muy bien y el ritmo de momento lo he podido aumentar sin problemas, al girar la calle Pallars veo, el disfraz más original que he visto en carreras, un hombre disfrazado de reno que tiraba una chica en patines disfrazada de Mama Noel, todo esto adornado con luces. Me pareció muy original y el más divertido.
Subimos para buscar Diagonal, ya solo quedan 2 km. de momento el tiempo es bueno e intento esprintar un poco aprovechando la bajada, no es mucho pero lo suficiente para asegurarme mejorar mi tiempo desde Jean Bouin, metros antes y como siempre, mi mujer me anima incondicional, entro a meta con una sonrisa. Acabo el año corriendo, con un regalo inesperado de Félix y con la familia a mi lado.
Bueno ahora toca seguir corriendo, nos espera la cena para recibir el nuevo año, por cierto paro el crono en 43´40".
FELIZ 2013 !!!
SALUD Y KILOMETROS !!!
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